Las Fiestas de la Virgen de la Vega constituyen la celebración más importante de la ciudad salmantina. Una celebración que aunque en sus orÃgenes fue instaurada el 15 de agosto, hace algunos años fue modificada para hacerla coincidir con las fiestas de la ciudad que tienen lugar en septiembre. Empiezan el dÃa 8 y continúan a lo largo de toda la semana. El mayor acontecimiento del año de la ciudad. No obstante, sus comienzos tienen poco o nada que ver con la manera en que hoy la celebran sus habitantes.
La talla de la Virgen de la Vega que hoy se conserva posee una gran historia a sus espaldas. Se trata de una pequeña escultura que parece haber llegado a la ciudad desde Constantinopla, pero lo cierto es que  se desconoce el cómo ni los acontecimientos que acaecieron hasta llegar a Salamnca. Actualmente la escultura se encuentra cubierta de ornamentos de cobre, oro y bronce y adornada con esmaltes, joyas y piedras preciosas engarzadas por verdaderos maestros de la orfebrerÃa y donadas por familias adineradas de Salamanca a lo largo de los siglos.
Lo que si sabemos es que entre los siglos VIII y XII esta imagen ya era venerada en una pequeña ermita asentada a orillas del rÃo Tormes. Siendo fundado en el mismo sitio años más tarde el Convento de los Agustinos para poder rendirle culto. A comienzos del siglo XIX el Monasterio de la Vega sufrirÃa un terrible incendio provocado por el ejército de Napoleón, quedando totalmente devastado. No obstante, se lograrÃa recuperar la talla de la virgen sin que sufriera daños, llevándola a la Iglesia de San Polo en 1812 y al Convento de San Esteban en 1842. Aquà serÃa custodiada hasta que fue llevada al Altar Mayor de la Catedral a principios del siglo XX. Es en este lugar donde se la venera durante las Fiestas de Salamanca y la Feria Ganadera. Desde este lugar, la talla de estilo románico preside el altar junto a su hijo Jesús que descansa sobre la pierna izquierda.
Al igual que cualquier ciudad, Salamanca no se ha visto a lo largo de sus historia libre de invasiones extranjeras debido a la privilegiada situación geográfica de la que goza. Asentada a orillas del rÃo Tormes y muy cerca del vecino portugués. Una plaza que codiciada ya desde la época de los romanos, pero que también ha interesado a visigodos y musulmanes. Pues bien, a principios del siglo XVIII, el ejército de Portugal que apoyaba al Archiduque Carlos, ocupó la ciudad. Los salmantinos pedirÃan ayuda con sus rezos a la Virgen de la Vega, patrona de la ciudad desde 1618, para que los librara de los ataques y saqueos que estaban sufriendo desde el 17 de septiembre. Precisamente cuando tenÃan lugar las fiestas, por lo que les habÃa cogido totalmente desprevenidos.
Pero ya fuera por intercesión divina o humana, lo cierto es que los salmantinos finalmente conseguirÃan echar al ejército portugués de la ciudad. El rey premiarÃa entonces a la ciudad con la construcción del actual emblema de la ciudad, la Plaza Mayor. Auténtica joya de la arquitectura salmantina de la que hoy disfrutan tanto los autóctonos como los foráneos.
Pero además, cada año se realiza una procesión en su honor que va desde la Iglesia de la SantÃsima Trinidad del Arrabal hasta la Catedral en la Plaza Anaya. Es aquà donde tiene lugar el acto de ofrenda de flores que realizan los salmantinos ataviados con los trajes tÃpicos charros.
Al margen de los elementos rituales, por la noche se realiza el lanzamiento de los fuegos artificiales en el Puente Romano, quedando de esta manera inauguras las Fiestas de Salamanca que continúan con espectáculos por las calles, feria taurina, conciertos al aire libre, mercado medieval, desfiles, talleres, atracciones infantiles en el recinto ferial de la Aldeahuela y una gran variedad de actividades para todos los gustos y edades.
Pero además, durante el dÃa las casetas del centro urbano se convierten en el mayor reclamo de la celebración. Casetas a las que acuden tanto los autóctonos como los foráneos para degustar los tÃpicos pinchos de la localidad. Lo cual se prolonga desde el mediodÃa hasta la noche de forma ininterrumpida. Una ocasión única para que los establecimientos locales puedan promocionar sus platos. De hecho, cada uno de ellos ofrece sus especialidades, pero al mismo precio. Una oportunidad que no puedes dejar pasar si quieres ahondar en las costumbres de la ciudad y codearse con los locales.
Además, durante estos dÃas tiene lugar diversas corridas de toros, siguiendo la tradición taurina de la ciudad. Y es que Salamanca es una tierra que vive y respira toros. Festejos que son conocidos tanto a nivel nacional como internacional. por esta razón, durante esta semana La Glorieta (Plaza de Toros de Salamanca) brilla a través de las faenas realizadas por las más prestigiosas figuras del mundo taurino. Si estás interesado además en el mundo ganadero, antes de acudir al espectáculo, puedes visitar la feria agrÃcola y ganadera donde pueden verse una gran cantidad de animales de granja. que juegan un papel fundamental dentro de la economÃa salmantina.
Al caer el dÃa aquellos que lo deseen pueden disfrutar de conciertos gratuitos en la Plaza Mayor con noches temáticas. Muchas de ellas amenizadas por grupos salmantinos que aprovechan la ocasión para dar a conocer su música.
Por eso, si estás en la ciudad durante estos dÃas o estás planeando un viaje a Salamanca no olvides reservar tu alojamiento con tiempo, ya que durante esta semana la ciudad suele recibir a miles de visitantes que llegan desde todos los rincones de España y de muchos paÃses del mundo. De esta forma, podrás disfrutar de las Fiestas de Salamanca en todo su esplendor.