Salamanca es, sin lugar a dudas, una de las ciudades más bellas de España. Llena de historia, cultura y dinamismo, no deja indiferente a nadie. Y es que como puede verse en la placa adherida a la trasera del edificio de la Universidad en la Plaza de Anaya: “Salamanca que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que la apacibilidad de su vivienda han gustado” (Miguel de Cervantes). No tengas duda de que si tienes la oportunidad de visitar la ciudad, no será la última y de que querrás volver a ella en más ocasiones.

 ¿Qué ver en Salamanca?

-La Plaza Mayor: situada en el centro de la ciudad, la Plaza Mayor es un fiel reflejo de la arquitectura barroca del siglo XVIII que muestra el afán por la exaltación de las figuras más relevantes que temían quedar en el olvido. Sin duda, unos de los lugares más emblemáticos de la ciudad, normalmente atestada por universitarios y Erasmus que disfrutan pasando su tiempo en las terrazas y comercios de los alrededores.

-Catedral Nueva de la Asunción de la Virgen: la ciudad salmantina es de las pocas que cuentan actualmente con una catedral vieja y una catedral nueva. Ambas unidas en el casco antiguo de la ciudad. La catedral nueva fue construida entre los siglos XVI y XVIII, constituyéndose como uno de los últimos edificios españoles de estilo gótico, por lo que además podemos ver como el estilo renacentista y barroco se van mezclando en su construcción. Si subes a la torre, podrás contemplar toda la ciudad desde arriba pudiendo observar el viejo puente y el río Tormes, afluente del Duero.

-Universidad de Salamanca: no puedes marcharte de Salamanca sin visitar el patio de las escuelas, donde se encuentra la sede de la Universidad construida en el siglo XVI y en cuya fachada siempre podemos encontrar multitud de gente intentando encontrar la famosa rana. Según la tradición, aquellos estudiantes que hayan encontrado la rana, aprobarán.

-El huerto de Calixto y Melibea: este es uno de los lugares más visitados de la ciudad. Y no solamente por su belleza de su fuente, su pozo, su arco y la distribución de plantas y árboles, sino por la preciosa historia que descansa en ellos, ya que el jardín es un reflejo de los romances medievales como el de Calixto y Melibea. Además, según dicen la ciudad de Salamanca fue la que inspiró a Fernando de Rojas para escribir La Celestina. El lugar perfecto para pasear en pareja mientras se observa la bellísima puesta de sol.

-Casa de las Conchas: este emblemático edificio se empezó a construir en 1493 por encargo de Rodrigo Arias Maldonado, caballero de la Orden de Santiago que tenía como símbolo las vieiras. Más de 300 de ellas decoran la fachada. Fue declarada Monumento Nacional en 1929 y en la actualidad se usa como Biblioteca y como oficina de información para el turista.

-Puente Romano: este puente que se encuentra sobre el río Tormes, como puede deducirse de su propio nombre, fue construido en la época de la dominación romana, aunque no se conoce la fecha con exactitud. En la actualidad los 15 primeros arcos se conservan  en perfecto estado. Sin embargo, los episodios bélicos que han tenido a Salamanca como escenario han hecho que sea necesario realizar algunos trabajos de reconstrucción. Una auténtica joya más de la ciudad por la que pueden darse románticos paseos nocturnos con el río Tormes, la catedral y la ciudad vieja como fondo.

-La Clerecía: un edificio de carácter religioso que se encuentra justo enfrente de la Casa de las Conchas. Construido por los jesuitas en el siglo XVIII fue usado como seminario para los estudios religiosos. Pero lo que realmente llama la atención es su patio de estilo barroco, que hoy es considerado uno de los más bellos de la época. Las gradas de la Clerecías son uno de los espacios más populares de la ciudad, ya que ellos suelen reunirse estudiantes y artistas callejeros como violinistas o bailarines.

-Universidad Pontificia de Salamanca: este singular edificio fue construido a comienzos del siglo XVII por encargo de la reina Margarita de Austria que lo dejó escrito en su testamento. Se encuentra situado en el antiguo Colegio Real de la Compañía de Jesús. Sin embargo, no es hasta 1940 cuando se decide usar este edificio como universidad privada. Aprovecha para pasear por sus pasillos y patios llenos de historia.

-La Cueva de Salamanca: se trata de una cripta que antiguamente perteneció la Iglesia de San Cebrián que fue derribada en el siglo XVI. Según dice la leyenda, era el propio diablo el que impartía allí clases de nigromancia a 7 alumnos durante 7 años. Una vez transcurrido este tiempo, uno de los alumnos debía quedarse como pago por la enseñanza. Cuentan que en una ocasión le tocó al Marqués de Villena quedarse. Sin embargo, éste huyó, perdiendo su sombra para siempre.

-Casa Lis: un palacete modernista construido a finales del siglo XIX sobre la muralla a orillas del río Tormes. Recibe su nombre porque durante varios años fue la residencia de la familia Lis. No obstante, tras la muerte del cabeza de familia, deciden vender la casa que es adquirida por el Rector Esperabé y más tarde alquilada por habitaciones hasta que finalmente es abandonada. Es por ello que en 1982 el Ayuntamiento de Salamanca decide expropiar la casa y convertirla en los años 90 en el Museo de Art Nouveau y Art Decó. Cabe destacar que la casa cuenta hoy con una de la colecciones de muñecas de porcelana más completas, además de piezas de marfil y bronce, abanicos…

Como puedes ver, resulta difícil poder ver toda la ciudad en un fin de semana. Y es que el simple hecho de pasear por la ciudad, ya supone toda una delicia. Los edificios, esculturas, e historias que se han sucedido en ella salen a nuestro encuentro mientras caminamos. Una de las ciudades más bellas de España que no puedes dejar de visitar en cuanto tengas oportunidad.