En los cursos de español de la escuela Salmínter los alumnos estaban interesados en conocer el origen de esta fiesta salmantina tan tradicional.
Todo comenzó aquel 12 de noviembre de 1543 cuando un joven príncipe, Felipe II, llega a la ciudad con la intención de desposarse con la princesa María de Portugal. El casamiento se produjo en las casas del licenciado Lugo, en la actual plaza de Los Bandos. Durante los días sucesivos hubo en la ciudad grandes festejos, corridas de toros, bailes, torneos, juegos de cañas…
Felipe II se asombró al ver que bajo esa ciudad sobria y señorial y en la que había más de 6.000 estudiantes, se podía ver un mundo plagado de criados, mozos de cuadra, taberneros, prostitutas, rufianes, lavanderas, feriantes. Ante esta visión de los arrabales de la ciudad del Tormes, Felipe II promulga un edicto por el cual se prohíbe comer carne en todos los sentidos durante la Cuaresma y la Pasión y para que no hubiera ninguna intención de pecar se obligó a las prostitutas a abandonar la ciudad y a permanecer extramuros.
En la actualidad este día, el Lunes de Aguas, los salmantinos, conservando el espíritu de esta fiesta, acuden en pandillas a las riberas del río Tormes para merendar el hornazo, bailar y pasar una tarde en plena naturaleza. Así lo hicieron también los estudiantes del curso de español de Salmínter.
Como acabo de decir anteriormente, ese día se come el hornazo, que es una especie de empanada que tiene como ingredientes básicos el lomo, el jamón y el chorizo además del huevo duro, esto se debe a que en ciertas épocas, los huevos fueron considerados carne, por lo que no se podían comer durante la Cuaresma. Los huevos se iban guardando para que, una vez pasadas la Cuaresma y la Semana Santa, se consumieran de diferentes formas, bien como ingrediente del hornazo, o en las Cocas, típicas en la costa del Levante, o en las Monas de Pascua.
Cursos de español en España, Salmínter (Escuela de español)