El Español ya es el idioma más usado en las redes sociales

Si las redes sociales fueran un entorno físico, serían algo similar a una plaza pública. Y es que en ellas compartimos información de nuestra vida, nuestros intereses y nuestras inquietudes con toda la comunidad. Lo hacemos en el idioma en el que hablamos y, curiosamente, aunque sigue siendo el inglés es el idioma más utilizado, el español se sitúa como la segunda lengua más usada tanto en Twitter como en Facebook. Es lo que se desprende de un informe publicado por el Instituto Cervantes en el año 2015.

En la actualidad casi 470 millones de personas en el mundo tienen el español como lengua materna, pero la cantidad de gente que habla este idioma asciende a casi 560 millones. Millones de voces que, obviamente, se filtran en las redes sociales con sus eñes y sus acentos.

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Existen diversos factores que pueden explicar este nivel de penetración lingüistica en las redes sociales pese a que el español todavía sea superado por el chino cuando hablamos de Internet en su globalidad. El porcentaje de población nativa está aumentando, mientras que la población inglesa y china está descendiendo. Pero además, son muchos los latinoamericanos que se han incorporado a Internet en los últimos años. Para la comunidad hispana las relaciones familiares tienen un gran peso y la comunicación lo refuerza.

Y no solamente en los países latinoamericanos, sino que en otros lugares del mundo como Londres o Nueva York, el español también es el segundo idioma más utilizado en Twitter. Lo cual está relacionado con hablantes que se han emigrado desde sus países de origen y se han establecido en estas ciudades.

El impacto de las redes sociales sobre el español

Pero en un mundo donde la inmediatez y la cultura ha sido intervenida por lo digital, las redes sociales han dado lugar a un alarmante aumento de las faltas de ortografía. El lenguaje escrito se convierte en una mezcla de español correcto y de profundos problemas en la escritura. Y, por supuesto, tampoco faltan las abreviaciones, que los usuarios  utilizan para ahorrarse vocales y muchas tildes. Utilizamos una «q» en lugar de «que», un «dsp» para decir «después», un  «tb» o un «tp» para «también» y «tampoco» y hasta un «tq» para el tan necesario «te quiero».

Es precisamente aquí donde las diferentes posturas en torno a la evolución del idioma que han traído las redes sociales e Internet chocan sin remedio.

Algunos expertos hablan preocupados por cómo se ha ido deteriorando el español en tan poco tiempo. Pero otros, sin embargo, creen que la red puede ayudar a potenciar la escritura y hacer resurgir el interés por la corrección lingüistica. Otros simplemente piensan que los errores ya se producían, pero que ahora están más expuestos al público general.

En cualquier caso, lo cierto es que no se trata de un fenómeno nuevo, sino que se trata de algo que se ha producido desde el latín. Por ejemplo, en las lápidas romanas ya se utilizaban abreviaturas para ahorrar espacio y dinero; y en los manuscritos de la Edad Media también.

El español digital sencillamente intenta emular la rapidez y la simplificación del español oral, de cómo hablamos, y al lenguaje corporal que acompaña nuestras emociones si también pensamos en los emoticonos.

Pero no hay de qué preocuparse siempre que se use cuando debe usarse y no en escritos formales. El lenguaje en las redes simplemente es distinto, como lo son los diferentes lenguajes que usamos al hablar entre amigos o al escribir un documento formal. Lo importante es que los usuarios sepan diferenciar los registros. Obviamente no podemos escribir un documento profesional con los mismos recursos gráficos que utilizamos para escribir un mensaje en Twitter.

Aumento del interés por el español

Por otro lado, cabe destacar que gracias a Twitter se ha producido un fenómeno muy interesante. Y es que latinos nacidos en Estados Unidos que entienden el español, pero no lo hablan bien, pueden expresarse en esos 140 caracteres, pues son capaces de escribir breves comentarios. Pero también están aquellos jóvenes de segunda y tercera generación que, gracias a las redes sociales, pueden participar en un ambiente hispano al compartir contenidos.

Otros incluso, sin ser hispanos, se sirven de las redes para utilizar el español. De esta forma, aquellos que quieren aprender o mejorar su español encuentran en las redes un entorno propicio para la práctica y la conversación. Y si las redes sociales consiguen que se hable más español, habrá que esperar a ver cómo evoluciona no solamente el idioma, sino todos los medios que usamos para comunicarnos.

Más allá de que se cometan errores ortográficos o se utilicen abreviaturas en las conversaciones de las redes sociales, lo importante es que estos canales sean usados tanto por los propios nativos como por aquellos que no tienen el español como lengua nativa pero tienen interés en practicar el idioma. Y es que cuanto más se use y se hable, ya sea en los 140 caracteres de Twitter o en 140.000, no cabe duda de que esto supone un gran beneficio para el idioma.

Al fin y al cabo, las redes sociales están vivas y son dinámicas, al igual que el español y eso, como ocurre con las personas, las predispone al cambio. Aún no conocemos cómo será el futuro que depara al español, pero lo que es evidente es que en esa plaza pública en la que se han convertido las redes sociales, el español es el segundo idioma más hablado del mundo y eso nunca puede ser malo.

 

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