El español: la lengua de moda en todo el mundo

Ni las redes sociales, ni los iPhones, ni las series americanas, no hay nada más de moda que el español. Con 470 millones de personas en todo el mundo que hablan el castellano como lengua materna y un total potencial de habitantes de casi 560 millones en todo el planeta, según datos del Instituto Cervantes, nuestra lengua se ha convertido en protagonistas de muy diversos escenarios y todo apunta a que no tardará mucho en ser una de las más habladas. Una lengua que se habla de manera oficial en 24 países, que comparte estatus de co-oficialidad en otros 12 y que se habla en grandes comunidades de 30 países de todo el mundo, como es el caso de Japón, Suiza e Israel por ejemplo.

En la actualidad más de 21 millones de personas en todo el mundo están aprendiendo español. Un fenómeno que ha experimentado un considerable aumento en las dos últimas décadas, multiplicando por trece las matriculas de los centros del Instituto Cervantes. Se estima que en sólo diez años, 30 millones de brasileños hablarán el español. Una tendencia que se prevé que continuará al alza y que hará que en tres o cuatro generaciones, el 10% de la población de todo el planeta se comunique en español.

Español de moda

Pero además, según un estudio llevado a cabo por IPSOS, el castellano es el segundo idioma más hablado en el ámbito laboral a escala mundial, incluso por encima del chino. Un 5% de los trabajadores de todo el planeta utiliza la lengua de Cervantes para hablar con sus compañeros o clientes de otros países. Eso sí, muy lejos aún del 67% de los trabajadores que se comunican en inglés.

En cualquier caso, lo cierto es que el español es la segunda lengua más hablada en cantidad de hablantes nativos y su aprendizaje en otros países se está extendiendo a gran velocidad, tanto por su riqueza como por su diversidad, sus matices y por su cultura. Como dijo el escritor peruano Mario Vargas Llosa «Una lengua que une a gentes de países distintos y una de las más dinámicas y creativas del mundo moderno».

Aumenta la demanda de profesores de español en el extranjero

Por todo ello, no es de extrañar que la demanda de profesores nativos de español esté creciendo rápidamente en todo el mundo. Algo que supone una buena noticia en un país con altas de paro tan altas. De hecho, en algunos países como Brasil, Ucrania, India, China o Japón hay más personas interesadas en aprenderlo que profesores dispuestos a enseñarlo.

La cuestión es que al tratarse de una lengua que se ha hecho tan popular en tan poco tiempo, muchas veces resulta muy complicado encontrar profesionales cualificados para impartir clases. Por ejemplo, en 2012 solamente pudieron aceptarse el 30% de las peticiones para aprender español en los 90 centros universitarios que la ofertan en China. De haberse aceptado todas las solicitudes hoy lo hablarían 83.000 personas más.

Por otro lado, en Japón hay 2.000 centros de bachillerato y 240 universidades que enseñan  este idioma y en la India puede hacerse en 15 centros universitarios en los que la cifra de alumnos se ha triplicado en los últimos años. No obstante, el país en el que hay más ofertas para profesores de español, lo que podríamos considerar el «Dorado», es Brasil donde se necesitan unos 20.000 profesores de castellano.

Esta creciente demanda choca con el hecho de que desde nuestro país se esté potenciando el emprendimiento y la creatividad empresarial para salir de la crisis, mientras que es el propio idioma el que podría hacerlo. Nuestro idioma se ha convertido en el principal activo para entablar relaciones comerciales en muchos casos con países extranjeros. Nuestra lengua vende debido al interés que tiene desde la perspectiva comercial.

Por este motivo, desde la Universidad de Salamanca se ha promovido un proyecto para poner en marcha una franquicia que permita abrir centros de enseñanza de español en cualquier parte del mundo, siendo Brasil, Estados Unidos y China las mayores zonas de expansión. Para poder montar una escuela de español en el mundo los requisitos que se exigen son haber cursado el máster de enseñanza de español con lengua extranjera en la USAL o bien haber hecho el curso de adaptación DELE si se pertenece a otra universidad española. Para trabajar en una de estas franquicias, el profesor debe ser licenciado en filología y realizar el curso de adaptación.

No obstante, aunque a simple vista pueda parecer sencillo convertirse en profesor de español en el extranjero, además de tener conocimientos en el idioma del país de destino, es importante saber gestionar las distintas situaciones que pueden surgir dentro de un aula, hacer un seguimiento del aprendizaje del alumno, motivarlo y facilitar la comunicación intercultural, integrarse bien dentro de la institución, del país y de la cultura. De hecho, la adaptación de los profesores es uno de los mayores desafíos, por lo que también se está planteando la idea de formar a estudiantes extranjeros en el idioma para convertirlos en futuros profesores de español en su país de origen.

En cualquier caso, siempre que se cumplan estos requisitos y la persona sea capaz de adaptarse al país y al tipo de empleo, no tiene por qué existir ningún problema. Además, independientemente de que se trate de una franquicia de la USAL o no, lo cierto es que aunque hay países en los que lo único que se exige es ser hablante de español, en otros se pide como requisito indispensable el curso de adaptación DELE. Con lo cual antes de lanzarse a la aventura, es importante informarse bien sobre las posibilidades laborales como profesor de español en el país al que queremos marcharnos.

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