¿De dónde viene la letra «Ñ» y en qué países se usa?

letra "ñ"

¿Sabías que la «Ñ» es una de las letras más tardías que se añadieron al español? Y es que esta singular grafía no apareció hasta principios del siglo XIX, concretamente en el año 1803. Eso sí, el sonido con el que la asociamos no es tan reciente, sino que se remonta a la Edad Media.

En el latín no existían ni el sonido ni la letra «Ñ» con la que lo ponemos por escrito en el español. Pero hace unos 1.000 años, conforme el latín fue evolucionando tras la caída del Imperio Romano de Occidente, comenzaron a surgir las lenguas románicas, como el francés, el italiano y el castellano. Es entonces cuando apareció por primera vez este sonido nasal palatal que se pronuncia dejando salir aire por la nariz y colocando la lengua en el paladar.

letra "ñ"

Como el sonido «Ñ» no contaba con una letra asociada como el resto de sonidos que se tenían en la época, los escribas tuvieron que crear nuevas formas de reproducirlo en los textos de las lenguas romances. Así pues, desde el siglo IX, los copistas empezaron a transcribir el sonido de la letra «Ñ» de tres maneras distintas.

  • Con una doble «n». Ej. Anno, canna o donna.
  • Con «ni» seguido de una vocal. Ej. Vinia o Hispania.
  • Con una «gn». Ej. Agnus o lignu.

El problema es que en un mismo texto podíamos encontrar las tres variaciones gráficas del sonido eñe, según de donde proicediera el copista, ya que no existía una norma generalizada. Lo cual generó una situación bastante caótica.

Aquellos escribas que optaron por usar la doble ene, conocida como ene geminada, comenzaron a abreviar esta forma, dejando una sola ene y colocando sobre ella una vírgula o, como se conoce popularmente, el carcaterístico somnbrerito de la «Ñ». Gracias a ello, se ahorraba más espacio en el pergamino y se facilitaba el trabajo a los monjes escribanos.Un salto cultural de una lengua romande que dejó atrás a las otras al expresar un sonido que en otras lenguas seguía expresándose con dos letras con una sola.

De hecho, este tipo de abreviaturas eran bastante comunes en la época. Y es que los monjes eran prácticamente los únicos que sabían leer y escribir en la Edad Media, por lo que la mayor parte de la cultura antigua se transmitió gracias a la labor de estos copistas.

Con la llegada de la reforma ortográfica del rey Alfonso X el Sabio en el siglo XIII, que fijó las normas del castellano, se optó por la «Ñ» como grafía preferida para reproducir este sonido. De esta manera, a lo largo del siglo XIV se iría extendiendo su uso y Antonio de Nebrija la incluiría en su gramática de 1492, la primera que se hizo en castellano.

Sin embargo, no todas las lenguas románicas siguieron el mismo camino. De hecho, cada una de ellas adoptó su propia solución gráfica para este sonido. Mientras que en italiano y en francés se escribe como «gn», en portugués se transcribe como «nh» y en catalán como «ny».

Pero, aunque muchos lo crean, tampoco la representación gráfica del sonido eñe es exclusiva al español, sino que hay más idiomas en los que se usa, como es el caso del asturiano y del gallego en España, o de algunas lenguas indígenas de América Latina, como el zapoteco, el mixteco, el otomí, el aymara, el quechua, el guaraní o el mapuche, que también cuentan con la eñe en su escritura. ¿Cómo llegaron estas lenguas amrindias que en el siglo XVI no tenían escritura a tener esta letra en su alfabeto?

Cuando los españoles llegaron a América, aquellas lenguas que tenían este sonido, tomaron la letra «Ñ» del español. De hecho, los sistemas de escritura de las lenguas amerindias fueron implementados en la mayor parte de los casos por lingüistas del reino de España. Para facilitar a los indígenas el uso tanto de su idioma como del castellano, una directiva decidió que se debía seguir el sistema de escritura español.

Con lo cual, podríamos decir que la «Ñ» fue un préstamo del español, pero también una imposición, ya que la directiva fue decretada por los propios lingüistas españoles y no por las cuturas indígenas, que se vieron obligadas a obedecer a un raciocinio pedagógico propuesto por la cultura y la política de España.

Pero también existen otras culturas que tuvieron contacto con el español que usan la «Ñ», como es el caso del papamiento de Curazao, el bubi de Guinea Ecuatorial, el tagalo y el chabacano de Filipinas o el chamorro de Guam.

Sin embargo, parece que la era digital ha puesto en peligro la supervivencia de la «Ñ». En 1991, la Comunidad Económica Europea propuso vender teclados sin la letra «Ñ», lo cual causó un gran rechazo por parte de los intelectuales y políticos hispanohablantes. Algo que parece estar muy relaciondo con el hecho de que el inglés sea actualmente la lengua universal y, como no tiene esa letra, todo lo que no tenga el inglés parece extraño en el mundo.

Afortunadamente, en 1993, el gobierno de España logró salvar la «Ñ» acogiéndose al Tratado de Maastritch, uno de los tratados fundacionales de la Unión Europea, donde se contemplan las excepciones de carácter cultural. Sin embargo, todavía no podemos usar correos electrónicos que contengan la letra «Ñ».

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