10 Curiosidades sobre Miguel de Cervantes que seguramente no conocías

Nacido el 29 de septiembre de 1457, Miguel de Cervantes es el autor más importante de nuestro país. Su obra maestra, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, es el libro más editado y traducido en toda la historia, solamente superado por la Biblia. Nada menos que 50 idiomas.  La primera obra literaria que puede considerarse novela moderna y que tuvo una gran influencia en toda la producción narrativa posterior. Tanto es así que sus obras  consiguieron hacer algunas modificaciones en la lengua española y muchos lo describen como «el idioma de Cervantes».

No hay estudiante que no haya tenido que leer al menos algunos capítulos de El Quijote durante su etapa escolar. Pero lo más curioso es que Cervantes jamás la consideró como su mejor obra y creyó que se haría más famoso por otros escritos como las Novelas Ejemplares. 

En el cuarto centenario de su muerte en Salminter queremos rendirle un homenaje a este autor que, cuatro siglos después, continúa estando muy presente en la literatura española. Y por eso, traemos a la palestra una lista de curiosidades que seguramente desconocías de Cervantes.

Cervantes

1. No sabemos cómo era Cervantes físicamente

Seguramente cuando piensas en Miguel de Cervantes se te viene a la mente el famoso cuadro que se atribuye a Juan de Jáuregui que se encuentra actualmente en una de las paredes de la Real Academia de la Lengua. Existen otros muchos retratos del escritor, pero lo cierto es que ninguno de ellos es una representación auténtica de él. Todos están basados en la descripción que él hizo de sí mismo en el prólogo de sus Novelas Ejemplares. Sin embargo, no existe  ningún registro oficial de su verdadero aspecto, por lo que su apariencia física continúa siendo un misterio.

2. Era tartamudo

Cervantes contó en el prólogo de sus Novelas Ejemplares que era tartamudo. Algo que, al parecer, marcaría su personalidad a lo largo de toda su vida. Sabemos que no disfrutaba participando en actos públicos o de pasar tiempo en círculos literarios con otros escritores, pero desconocemos si esto tuvo algo que ver con su tartamudez.

3. Un genio pobre

Aunque El Quijote es considerada hoy la obra literaria española más importante de todos los tiempos y una de las más importantes de todo el mundo, Cervantes nunca recibió ningún tipo de retribución económica por ello. De hecho, durante su vida pasó muchas estrecheces y murió pobre.

4. El manco de Lepanto

Participó en la batalla de Lepanto que tuvo lugar el 7 de octubre de 1571. Fue un conflicto naval que se desarrolló cerca de la ciudad griega de Návpaktos. Durante la contienda, Cervantes fue herido en la mano izquierda, lo que le valió el apodo de «El manco de Lepanto». Sin embargo, no tenía amputada ninguna mano, sino que solamente perdió la movilidad. A pesar de todo, el escritor se sentía muy orgulloso de haber participado en al batalla. En el prólogo de la segunda parte del Quijote escribió: «la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros».

5. Cervantes fue esclavo

Tras ser apresado por los piratas bárbaros en 1575, el escritor pasó cinco años como esclavo en Argel hasta que Fray Juan Gil pagó 500 escudos de oro para liberarlo en el año 1580. Junto con él también fue liberado su hermano.

6. Empezó a escribir El Quijote en la cárcel

Por si ser esclavo no había sido suficiente, el pobre escritor tampoco se libró de la cárcel. Durante bastantes años fue cobrador de impuestos y aprovechó para quedarse con parte del cobro de los impuestos de la Iglesia, por lo que además de ser excomulgado hasta tres veces, pasó varios periodos en prisión de corta duración. Durante una de estas estancias en la cárcel, en 1597, empezó a escribir la que sería su obra maestra: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.

7. La ciudad de la que Cervantes no quería acordarse

Todos conocemos el inicio de El Quijote: «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo…». ¿Cuál era la ciudad de la que Cervantes no quería acordarse? Muchos han sido los nombres de las ciudades con los que se ha especulado a lo largo de los siglos, pero ahora parece que podría tratarse de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real). Ha sido un equipo de expertos en diferentes disciplinas los que han llegado a esta conclusión en utilizando un sistema de distancias/tiempos recorridos. Aunque lo cierto es que otras poblaciones como Alcázar de San Juan o Mota del Cuervo con las que se ha especulado otras veces, también quieren ostentar el título de «lugar de Don Quijote». ¿Algún día lo sabremos a ciencia cierta?

8. Shakespeare era un gran admirador de Cervantes

Curiosamente, Shakespeare llegó a leer la primera parte de Don Quijote de La Mancha y fue un gran admirador de las novelas del autor español. Como homenaje a él, en 1613 llamó Historia de Cardenio a una de sus obras, nombre de uno de los personajes que aparecen en la novela de Don Quijote. Lo que no sabemos es si Cervantes llegó a tener noticias de tan importante reconocimiento.

9. Cervantes no murió el mismo día que Shakespeare

Aunque se ha extendido la idea de que Cervantes murió el mismo día que el escritor inglés, lo cierto es que esta información es errónea. En primer lugar, Cervantes no murió el 23 de abril, sino el 22 de abril, pero antiguamente existía la costumbre de fechar la muerte el día del entierro. Y, en segundo lugar, aunque Shakespeare murió el día 23 de abril según el calendario gregoriano, hay que decir que en aquella época Inglaterra se regía por el calendario juliano, por lo que realmente falleció el 3 de mayo.

10. La Tumba de Cervantes

Tras su muerte, Cervantes sería enterrado en una tumba sin lápida y sin nombre, por lo que su ubicación se desconoce. No obstante, el año pasado, un equipo de investigadores aseguraron haber dado con los restos del escritor y con los de su mujer, Catalina de Salazar, en el sótano de la cripta del convento de las Trinitarias de Madrid, donde el mismo pidió ser enterrado.

 

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