7 Razones científicas para aprender un nuevo idioma

aprender un nuevo idioma

No cabe duda de que ser bilingüe o dominar más de un idioma siempre es algo positivo. Y no sólo porque nos permite viajar a muchos rincones del mundo y poder comunicarnos de manera fluída con los locales, sino también porque podemos interactuar con ello, conocer más sobre sus tradiciones y formas de vida, entendiendo de verdad su manera de ser y sumergiéndonos de lleno en su cultura. Por supuesto, saber otro idioma distinto al materno también nos abre el abanico de posibilidades laborales, pudiendo encontrar oportunidades con mejores condiciones y sueldo, lo que supone un gran impulso para nuestra carrera profesional. De hecho, en algunas ramas profesionales es casi imposible trabajar si no se conocen determinados idiomas.

Aparte de todo esto, existen razones científicas que avalan que aprender nuevos idiomas es bueno para nuestra salud, sobre todo para nuestra salud mental. En Salminter lo tenemos muy claro y, por eso, hoy te contamos cuáles son todas estas razones.

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Mejora nuestra flexibilidad cognitiva

Según una investigación llevada a cabo por The Journal of Neuroscience, aquellas personas que desde la niñez han hablado más de dos idiomas presentan mejor flexibilidad cognitiva, lo que quiere decir que cuentan con mayor capacidad para adaptarse a nuevas situaciones que aquellas personas que solamente dominan una. Todos los adultos que hicieron la prueba consiguieron resolverla, pero lo cierto es que las personas bilingües lo hieron con mayor rápidez y, lo que es más sorprendente, determinadas partes de su cerebro requirieron de menos esfuerzo para llevarlas a cabo.

El alzheimer aparece más tarde

El alzheimer es una enfermedad muy extendida en la actualidad a partir de los 70 años y hay personas más predispuestas a padecerlo que otras. Pero se ha descubierto que, aunque no puede evitarlo, aquellas personas que dominan más de una lengua la desarrollan alrededor de cuatro o cinco años más tarde que aquellas personas que solamente hablan una. Eso sí, la teoría se cumple solamente para aquellos que hablan las dos lenguas desde su infancia.

Se tiene una percepción distinta de las palabras

Aquellas personas que dominan más de un idioma tienen una capacidad de procesamiento de vocabulario mucho más veloz, especialmente si una palabra tiene el mismo significado en los dos idiomas. Estas personas tienen que invertir mucho menos tiempo en observar aquellas palabras que comparten la misma raíz morfológica en las dos lenguas, como es el caso de «traducción» en español  y «traduction» en inglés.

Los niños tienen mayor facilidad para resolver problemas

Se ha demostrado que los niños que hablan dos idiomas suelen llevar a cabo mucho mejor aquellas tareas que requieren de capacidad resolutiva y creatividad. Tanto en lo que respecta a problemas mátemáticos o empíricos como aquellos que tiene que ver, por ejemplo, con tareas más creativas relacionadas con colores o formas.

Capacidad para mantener la agilidad mental más tiempo

Las personas que deciden aprender un idioma ya en la edad adulta y las personas bilingües pueden mantener un nivel de agilidad mental más alto durante más tiempo. Preseentan mejores capacidades cognitivas con respecto a nivel de base en comparación con aquellas personas que solamente dominan un idioma. Con lo cual, pueden realizar tareas más complejas en menos tiempo y además mantener esta capacidad durante ma´s rato sin que les resulte agotador.

Capacidad para tomar decisiones más razonadas

Aquellas personas que son capaces de pensar en otra lengua tienen más posibilidades de que sus decisiones hayan sido razonadas cuando se enfrentan a una situación problemática. El hecho de que, por naturaleza, las personas son reticentes a la pérdida, suelen tomar decisiones que minimicen estas pérdidas, incluso cuando la balanza está inclinada a su favor.

Sin embargo, después de realizar un estudio, la Universidad de Chicago demostró que las personas que hablan más de un idioma y piensan en una lengua extranjera, sus decisiones son más deliberadas y dependen menos de su parte emocional, estando más relacionadas con su parte racional. Todo apunta a que esto tiene que ver con el hecho de que la lengua extranjera tiene menos resonancia emocional que la lengua materna. Una reacción guiada por las emociones puede hacer que la persona las tome basándose en el miedo más que en el optimismo y en la esperanza, incluso cuando sabemos que las posibilidades de tomar esta decisión no son favorables.

Pueden cambiar de tarea con mayor facilidad

Los niños que dominan más de un idioma desde la infancia son más rápidos a la hora de cambiar de tarea. En una investigación realizada recientemente por el Child Development, un grupo de niños tuvo que observar distintas imágenes de animales y figuras de colores en el ordenador. Los niños que eran bilingües pulsaron el botón para pasar de las imágenes de animales a las imágenes de colores más rápido. Lo cual supone una gran ventaja dentro del aprendizaje escolar, ya que sus reacciones son más rápidas que las de los niños monolingües.

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